Os dejamos el magnífico y entrañable texto que Eusebio Pardo ha elaborado para comentar su rincón favorito: el Circo Romano. Sueños y vivencias de una sencilla y gran persona.
CIRCO ROMANO
LOS
SUEÑOS, SUEÑOS SON
El gentío iba llenando con su algarabía y
colorido las gradas del CIRCO ROMANO,
gente procedente de los lugares mas remotos de la Hispania, algunos se
saludaban efusivamente, “ serian parientes y amigos venidos de distintas
localidades “, otros en cambio se increpaban y forcejeaban por intentar coger
la mejor posición dentro de las 30.000 localidades.
Poco a poco el Circo termina
llenándose, la muchedumbre esta deseosa de espectáculo, los mejores cuadrigas
del territorio se han dado cita en este evento. Suenan
las trompetas y por la puerta POMPAE, sale el cortejo, Autoridades, músicos con
sus fanfarrias y a continuación las cuadrigas participantes, “ahí estaba yo “,
para dar la vuelta de honor, previa al inicio de la carrera, recorremos entre
la música y griterío ensordecedor de la plebe toda la SPINA, engalanada con
banderas, flores y estatuas hasta la terminación del desfile.
Las autoridades se dirigen a su
tribuna y las cuadrigas participantes a las CARCERES para ponerse en posición
de salida.
Llega el momento suenan las
fanfarrias y la autoridad da la señal de
salida, las cuadrigas se lanzan a toda velocidad levantando una nube de polvo ,
las gradas rugen excitadas animando a sus favoritos, siete vueltas por delante,
latigazos, improperios y accidentes se suceden vuelta a vuelta, estoy a punto
de entrar, me queda una vuelta………………zzzzzzzzzzzz.
De pronto una voz calida y suave me despierta, SABINIANO, digo Eusebio,
despierta que hay que ir al colegio, es mi madre que me sonríe compasiva.
Sentado en el borde de la cama,
observo aun soñoliento, “ la casa de mis padres esta a diez metros escaso del
circo”, la vía del tren y el paso a nivel, un
poco a la izquierda el edificio del Silo para almacenar trigo, mas a la
izquierda el Edificio de la
Confederación llamados los Cubiles por su forma semicircular
y mas a la izquierda un hoyo, el maldito hoyo, donde de forma inexorable iba a
caer la pelota de los que jugaban al futbol en esa parte del circo con el
consiguiente cabreo, porque era complicado rescatarla.
Una vez aseado y desayunado,
libros en ristre, cruzábamos el circo en dirección de los cubiles, para llegar
a los Salesianos, a la vuelta misma operación y por la tarde de nuevo al Tenis
(también llamado así por los emeritenses, no se porque), a seguir jugando a peonza, bolindres, picota y como no
el futbol, cuantas generaciones de niños y jóvenes de Mérida han jugado en ese
inmenso espacio, además de otras
disciplinas deportivas o no, atletismo, hípica, hogueras de San Juan, hasta los
carros de combate del cuartel cercano he visto lamentablemente subiendo y bajando
por las deterioradas gradas.
Un día al llegar del colegio
observamos estupefactos que había un camión con varios operarios, ¡ SORPRESA ¡,
estaban levantando una alambrada, nos dejaban sin nuestro campo de futbol , sin
nuestra guarida de ladrones, en fin un desastre, el tiempo transcurrió, esa alambrada fue quitada y puesta varias
veces, hasta la definitiva y actual, en ese tiempo cuando nos saltábamos la
alambrada, no sabemos porque arte de magia aparecía rápido y raudo el guarda
del recinto, se llamaba Antonio, tiempo
después ya adulto, supe que se llamaba Antonio Díaz Pintiado, de vez en cuando
me encuentro con el y le recuerdo esos trances, se ríe y a renglón seguido me
da una lección magistral de arte romano, en el Consorcio lo conocen muy bien.
Esta ha sido una historia
somera de un lugar de recuerdos imborrables, de mi LUGAR FAVORITO.
No he entrado en
consideraciones técnicas, pues seria un atrevimiento por mi parte. No estoy especialmente
dotado para la escritura, ruego me perdonen, simplemente y termino, agradecer a todos los que han contribuido a mantener con
su esfuerzo, dedicación y tenacidad vivo el PATRIMONIO DE MERIDA, para gozo
nuestro y las próximas generaciones.
AVE CESAR.
Hola Eusebio, eres estupendo me ha gustado mucho, y te aliento a que continues asi, seras un excelente EMERITO, escritor y guionista. Un abrazo
ResponderEliminarAngel Soriano
Angel gracias, por tu comentario, me alegra que te haya gustado y me estimula para continuar con esta
ResponderEliminarpequeña aventura.- un fuerte abrazo
Estimado Eusebio, has sabido plasmar, lo que Circo Romano, significa para muchos que tenemos el privilegio de verlo al entrar y salir de nuestras casas. Gracias por tu descripción de tu rincón favorito, ni en sueños podría haberlo descrito como lo has hecho. Paqui.
ResponderEliminarPaqui, gracias por tus amables palabras, seguro que tu lo haras fantasticamente bien
ResponderEliminarGracias.
Eusebio, gracias por tu relato, es un regalo para el corazón de cualquier emeritense, se une la belleza con la sencillez, algo dificil de conseguir. Tienes la obligación de seguir escribiendo para que nosotros sigamos disfrutando........., un abrazo, Sebastián.
ResponderEliminarSebas, gracias por tus amables palabras, te lo agradezco de corazon.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo