UNA CUESTIÓN DE ORDEN
Estamos asistiendo en estos días a un espectáculo insolito en el mundo del turismo emeritense.
Como todo el mundo conoce, los numerosos grupos que nos visitan, formados mayoritariamente por personas mayores, vienen en visitas concertadas con los agentes turísticos desde toda España, y acompañados por un guía desde origen, que concierta con un guía local el recorrido por nuestras zonas monumentales y otras menudencias. Eso sí, cobrando.
Pero el Consorcio de la Ciudad Monumental, con el apoyo de los profesionales más esclarecidos de la arqueología, conservación, historia y museología de nuestra tierra, de la propia entidad y de otras instituciones, ha tomado una decisión, previa consulta con las instituciones que lo constituyen, que está dando que hablar y creando unas espectativas inimaginables, apenas ha comenzado a andar, en ciudades Patrimonio de la Humanidad y otras con amplia tradición turística: La creación y formación de un colectivo de VOLUNTARIOS EMÉRITOS DEL PATRIMONIO EMERITENSE.
Este colectivo, a los que se ha dotado de conocimientos exhautivos sobre nuestros tesoros, a través de tres meses de impartir y recibir charlas, visitas y clases diarias de tres horas por aquellos profesionales, ha sido y es muy ponderado por su calidad, atención y preparación cultural y académica.
Se ha pretendido que sean EMÉRITOS, por concordancia con los veteranos que fundaron nuestra ciudad, que dispongan del tiempo libre que consideren y que den lo mucho de admiración que sienten por Augusta Emerita al servicio del turismo y conocimiento de los visitantes. El perfil del jubilado ha variado mucho de un tiempo a esta parte. Los vaivenes del mundo laboral han llenado de prejubilados, jubilaciones anticipadas y otras figuras en edad perfectamente válidas, para darse a la sociedad en tareas provechosas y ejemplares. Sus formaciones intelectuales y académicas son extraordinarias. Maestros, licenciados en historia, arqueólogos, ingenieros técnicos, veterinarios y otras profesiones de la tecnología actual forman el 85% de su número.
Por eso su VOLUNTARIADO es más edificante, porque se basa en el altruismo, es decir, no cobrar nada.
En su formación han intervenido sociólogos y psicólogos para dar a conocer a los colectivos más desfavorecidos y procurar con habilidades sociales, atenderlos e incorporarlos a una igualdad social con otros turistas. Se han visitado colegios de discapacitados psiquicos y físicos, volcando su cariño y dedicación a ellos. Una ciudad como la nuestra no puede ser moneda de cambio en turismo para un exclusivismo economicista. En la busqueda de la rentabilidad pecuniaria se olvidan muchas cosas, muchos lugares, muchas sensibilidades urbanas.
Somos y seremos respetuosos con cualquier profesional, pero más en cuanto respeten ellos las normas y la legalidad.
No deben temer nada del colectivo de VOLUNTARIOS EMÉRITOS DEL PATRIMONIO, porque nosotros no intervendremos en el comercio, ni jamás veremos al turista o grupo pequeño que anda desconcertado por nuestro intrincado patrimonio como CLIENTES, sino como visitantes merecedores de nuestra ayuda desinteresada.
EL COLECTIVO DE EMÉRITOS DEL PATRIMONIO
Otras visiones: La cripta, los guías y el pistolero, Arturo Pérez Reverte
Hay guias que prefieren ir al monumento Joaquin Luna que al Hipodromo o a la Cripta de Santa Eulalia, evidentemente les es mas rentable. Como profesionales dejan mucho que desear, creo que los emeritos son un equipo muy preparado y con el nivel que la cuidad de Mérida requiere, algo que nos orgullece a los que vivimos en la zona turistica y vemos cuando los turistas son tratados como aves de paso...y finalizan las visitas en la puerta de los negocios, para seguir con "su negocio".
ResponderEliminarMe encantó este manifiesto, muy bien estructurado y, sobre todo, absolutamente cierto. En mis incontables viajes por todo el mundo ya me hubiese gustado encontrarme con alguien preparado y perteneciente a un grupo reconocido que sin yo preguntar se hubiese puesto a mis órdenes para orientarme ¡y además gratis!. Creo que a los guías profesionales de Mérida le está faltando inteligencia para entender que les interesaría más ponerse al lado de los Eméritos que enfrentarse frontalmente a ellos en una estéril discusión que solo pondrá en entredicho la buena imagen de Mérida ante los turistas. Y la diferencia es clara: los Eméritos lo hacen por cultura y servicio desinteresado a la ciudad y a los guías solo les interesa los euros que significa cada turista que cae en sus manos y en las tiendas y restaurantes que ellos les recomiendan... y no hace falta ser muy listo para saber bajo qué criterios. ¡Ánimos, Eméritos!. Baldomero Hernández.
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