En su entorno he vivido muy feliz y han nacido mis cuatro hijos. En esta iglesia se han bautizado, se confirmaron y se casaron mis hijos, y en ella también se han bautizado mis nietos. Para mi es como una segunda casa y llevo haciendo mi pequeña aportación como catequista desde hace 30 años. Cuando tengo mis ratos malos, allí me refugio y encuentro el consuelo a mi tristeza. Y si tengo alguna alegría también me voy allí por la paz que me aporta.
Arquitectónicamente es un sitio emblemático de Mérida. Por ella ha pasado toda la vida de esta ciudad a lo largo de los siglos, no olvidemos que fue la primera sede arzobispal de Extremadura y actualmente es Concatedral además de parroquia.
Su Cristo de la O, del siglo XV, es una joya que procesiona el Miércoles Santo de madrugada, en el Vía Crucis del Anfiteatro, en la Semana Santa declarada de interés turístico nacional. Esto trae a Mérida tanto turistas que verlo impresiona.
La iglesia se encuentra en un lugar privilegiado de nuestra ciudad, por lo que es lugar que es forzoso visitar, pues por la Plaza de España pasamos todos y nos está diciendo que entremos a visitarla.
Por esto y otras muchas cosas es mi rincón favorito.
PAQUITA GARCÍA
Fotografías: Archivo CCMM - Programa Eméritos
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