Con el arqueólogo del Consorcio Isaac Sastre de Diego, los Eméritos se han adentrado en el conocimiento de la Cripta Arqueológica de Santa Eulalia.
En 1990, con motivo de una obra de reforma, se llevó a cabo la excavación de la Iglesia de Santa Eulalia. Con esta intervención se pudo documentar todo el proceso de ocupación histórica del solar en el que la misma se asienta.
Los datos arqueológicos indican, en primer lugar, la existencia, en ese espacio, de casas romanas entre los siglos I y III. Posteriormente, en el siglo IV, tras el abandono de dichas casas, se estableció una necrópolis cristiana en la que se levantó un edificio - tumulus - en memoria de la Santa que sería el embrión de la basílica erigida en el siglo V.
"Según las Vitae, el altar de la basílica estaba situado encima del enterramiento de la mártir... La aparición de la necrópolis bajo los cimientos de la basílica plantea la posibilidad de que uno de los mausoleos que la poblaban fuese el que acogió los restos de la mártir o al menos el edificio que se construyó como memoria de su muerte".
De la primitiva basílica, "además de los cimientos del edificio, conservamos también en alzado la zona de la cabecera formada por tres ábsides...." Como ocurre en otras iglesias, en su interior se suceden los enterramientos y "se construye la cripta situada en su transepto... en cuyo interior es posible que se realizaran los enterramientos de los obispos visigodos emeritenses, al menos los que rigieron su iglesia en el siglo VI... Tras la invasión musulmana, la basílica deja de utilizarse y en su interior se construye un pozo de noria... El abandono de la basílica y la peregrinación de la comunidad mozárabe de la ciudad, con su obispo a la cabeza, a Badajoz, en el siglo IX, hace improbable la existencia de culto en la basílica durante la época islámica... Tras la reconquista de la ciudad en el siglo XIII, se construye una iglesia aprovechando parte de la cabecera de la basílica anterior, concretamente el ábside central y los muros de los ábsides laterales a excepción de las bóvedas, destruidas probablemente tras la ruina de sus torres..." (Pedro Mateos Cruz "La Basílica de Santa Eulalia de Mérida", Arqueología y Urbanismo).
En 1990, con motivo de una obra de reforma, se llevó a cabo la excavación de la Iglesia de Santa Eulalia. Con esta intervención se pudo documentar todo el proceso de ocupación histórica del solar en el que la misma se asienta.
Los datos arqueológicos indican, en primer lugar, la existencia, en ese espacio, de casas romanas entre los siglos I y III. Posteriormente, en el siglo IV, tras el abandono de dichas casas, se estableció una necrópolis cristiana en la que se levantó un edificio - tumulus - en memoria de la Santa que sería el embrión de la basílica erigida en el siglo V.
"Según las Vitae, el altar de la basílica estaba situado encima del enterramiento de la mártir... La aparición de la necrópolis bajo los cimientos de la basílica plantea la posibilidad de que uno de los mausoleos que la poblaban fuese el que acogió los restos de la mártir o al menos el edificio que se construyó como memoria de su muerte".
De la primitiva basílica, "además de los cimientos del edificio, conservamos también en alzado la zona de la cabecera formada por tres ábsides...." Como ocurre en otras iglesias, en su interior se suceden los enterramientos y "se construye la cripta situada en su transepto... en cuyo interior es posible que se realizaran los enterramientos de los obispos visigodos emeritenses, al menos los que rigieron su iglesia en el siglo VI... Tras la invasión musulmana, la basílica deja de utilizarse y en su interior se construye un pozo de noria... El abandono de la basílica y la peregrinación de la comunidad mozárabe de la ciudad, con su obispo a la cabeza, a Badajoz, en el siglo IX, hace improbable la existencia de culto en la basílica durante la época islámica... Tras la reconquista de la ciudad en el siglo XIII, se construye una iglesia aprovechando parte de la cabecera de la basílica anterior, concretamente el ábside central y los muros de los ábsides laterales a excepción de las bóvedas, destruidas probablemente tras la ruina de sus torres..." (Pedro Mateos Cruz "La Basílica de Santa Eulalia de Mérida", Arqueología y Urbanismo).
Desde entonces, la iglesia sufre numerosas reformas que dan como resultado el edificio que hoy en día podemos contemplar.
Otros restos importantes que se pueden visitar en la cripta son varios mausoleos de la primitiva área funeraria, uno de ellos - San Martín - con pinturas del siglo XVI.
Para transmitir al visitante de la cripta de la basílica el conocimiento actual sobre el edificio y su entorno, existe un Centro de Interpretación desde el que se accede al subsuelo de la iglesia. En este Centro se explica la evolución histórica de ese espacio de culto - según la información que proporcionan las fuentes escritas y los datos arqueológicos - mediante maquetas, paneles explicativos, dioramas y material arqueológico procedente de la propia excavación.
DOCUMENTACIÓN:
LECTURAS RECOMENDADAS:
Guía temática 03 CCMM - Iglesia de Santa Eulalia de Mérida
Fuentes:
Textos: Archivo CCMM - Mérida
Imágenes de las maquetas del Centro de Interpretación: Archivo de la Consejería de Educación y Cultura
No hay comentarios:
Publicar un comentario