Fernando Rodríguez, maestro de obras natural de Mérida y discipulo de Manuel de Villena, estudió y copió las ruinas clásicas de Mérida centrándose fundamentalmente en su aspecto constructivo. Todos estos dibujos, unidos a los que en 1804 realizó José Cornide, pusieron de relieve la importancias de las ruinas de Augusta Emerita y contribuyeron a la necesidad de conservarlas, lo que motivó la creación del Museo Arqueológico de Mérida en 1838.
Los diseños de Rodríguez, elaborados desde 1794 a 1797 con una precisión y meticulosidad inigualables, son un interesante documento gráfico de la construcción romana. Realizó los dibujos para la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando, en cuyos archivos se conservan.
Pirámide de cuatro piedras ubicadas en el Arrabal de la ciudad, en medio de una alameda.
(Obelisco de Santa Eulalia)
Suntuoso arco de triunfo dentro de la ciudad
Arco de Trajano
Trozo de acueducto a extramuros de la ciudad, en la Carrera Real
Acueducto de San Lázaro
Edificio de acueducto de romanos a extramuros de la ciudad
Acueducto de los Milagros
Teatro inmediato a la ciudad
Teatro romano
Edificio de la naumaquia inmediato al teatro
Anfiteatro romano
Aljibe musulmán y una sala de recreo situados dentro de la fortaleza conocida como el Conbentual
Aljibe de la Alcazaba
Restos de un edificio hallado en los corrales de una casa situada en la calle "Vaños", que podrían ser de las termas
Plaza de comercio
Tajamar
Laguna de Proserpina
Laguna llamada de la Charca de Araya
Laguna o charca de Cornalvo
Cerco o muro antiguo de la ciudad, con demostración de las vías militares o calzadas romanas que salen de la ciudad
Fuente: Fernando Rodríguez y su estudio arqueológico de las ruinas romanas de Mérida y sus alrededores (1794-1797), Silvia Arbaiza Blanco-Soler y Carmen Heras Casas, Boletín de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando.
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