domingo, 6 de abril de 2014

MÉRIDA VISTA POR LABORDE - VOYAGE PITTORESQUE: 1800 - 1805

Fuente: Biblioteca Nacional de España

Descendiente de españoles por parte de padre, Alexander Laborde, vino a España como agregado de embajada de Luciano Bonaparte y recorre la península entre los años 1800-1805 en calidad de arqueólogo. Fruto del estudio de numerosos monumentos es su obra Voyage pittoresque et historique de l’Espagne, obra monumental, precisa, erudita y muy cuidada. Sus cuatro volúmenes, contienen un compendio de historia política y civil, muchos monumentos arqueológicos y más de 900 grabados gracias a la colaboración de grandes dibujantes y grabadores. Esto supuso un gran coste en la impresión por lo que tuvo que recurrir al apoyo del rey Carlos IV y al de otras cortes europeas e incluso comprometió seriamente su fortuna personal. El primer volumen sobre Cataluña tuvo una primera edición en español, muy limitada y pronto desaparecida, publicada en Madrid en 1806 por la Imprenta Real y dedicada a Godoy en calidad de mecenas. Su otra gran obra fue Itinéraire descriptif de l’Espagne, con una amplia descripción de todas las regiones españolas.

Los grabados de Mérida, muy conocidos por haber sido publicados en diversas ocasiones (Ayuntamiento de Mérida, Artes Gráficas Boysu, José Caballero Rodríguez, entre otros), son unas de las más bellas imágenes que existen de la ciudad. Dibujadas entre finales de siglo XVIII y principios del siglo XIX, pertenecen a la segunda parte del Tomo I del Viaje Pintoresco. Las presentes imágenes corresponden a la versión digital del ejemplar existente en la Biblioteca Nacional de España. En el MNAR existe otro ejemplar. Es probable que Laborde formara parte del grupo de alumnos que, junto a Fernando Rodríguez, siguiera de cerca los trabajos de Juan de Villena, según apunta Jose Caballero Rodríguez en la obra abajo citada. 

Como indica Carlos Jesús Morán Sánchez en su obra "Piedras, ruina, antiguallas. Visiones de los restos arqueológicos de Mérida. Siglos XVI a XIX"

"la visión que ofrece Laborde es un vínculo entre los trabajos que empiezan a alcanzar un cierto grado de rigurosidad cientifica en el siglo anterior, tales como los de Villena y Rodríguez y una nueva concepción de la ruina que, dentro del movimiento romántico, la une al paisaje y la hace partícipe de la vida de la ciudad. Ésta, creemos, es la originalidad de este autor con respecto a los anteriores, una visión de la ruina que no sólo se centra en la grandeza pasada de los monumentos, sino también en la "vida" en este presente. Ofrece un testimonio que aporta multitud de información, no sólo en los monumentos, sino también de la vida de la ciudad de esa época, con detalles como las actividades comerciales, mendicidad, artesania, etc. Se puede decir que las descripciones de Laborde son deudoras de las descripciones de Ponz y que sus dibujos son una evolución de los anteriores de Esteban Rodríguez, Villena y Fernando Rodríguez, pero sus visiones pintorescas de la ciudad son una aportación única y original de la visión de la ciudad que va a marcar un estilo a partir del cual se repetirá este modo de abordar la ruina. A esta mirada aúna la visión científica como modo de completar la imagen de las antiguedades. Laborde no sólo representa las ruinas o los edificios antiguos, sino que observa también la ciudad de su presente y la plasma en una visión, ese sí, impregnada de romanticismo."
































Lectura recomendada: Alejadro de Laborde y Mérida. Pequeña historia de grandes grabados, José Caballero Rodríguez.

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