jueves, 24 de abril de 2014

LA ESCUELA ADOPTA UN MONUMENTO: SEMBRANDO AMOR POR EL PATRIMONIO

El miércoles 23 de abril se celebró la clausura de la edición 2011-13 del programa La Escuela Adopta un Monumento en el Teatro Romano de Mérida, con la participación de numerosos alumnos, profesores y técnicos que han participado en el programa y la colaboración de los voluntarios Eméritos, que ayudaron en la organización del acto.

Con esta entrada queremos destacar especialmente la labor realizada por el personal docente que participa en el programa, para lo cual nada mejor que reproducir a continuación las palabras dirigidas a los asistentes por Pilar Garrido Diaz, profesora Coordinadora del Programa en el Colegio Suárez Somonte, a quien agradecemos su colaboración con el blog al facilitarnos el texto.


Desde este marco incomparable del teatro romano, nos preside Ceres, la diosa de la agricultura que, todos los años hace florecer los campos, campos en los que se recolectan los frutos después de haber sembrado en ellos y, es promesa de segura cosecha. Esta es nuestra tarea: sembrar. Sembrar en estos niños y jóvenes el conocimiento, el amor por el patrimonio para defenderlo siempre y transmitir ese respeto a las generaciones futuras. 


Desde que, en el 2011 y años siguientes, muchos centros educativos de esta ciudad nos embarcamos en este proyecto conjunto, hemos trabajado y seguimos trabajando con nuestros alumnos el rico y gran patrimonio cultural emeritense, no sólo monumental sino también ecológico. Estos espacios forman parte de nuestras vidas, de nuestra historia y, están vivos. Y este proyecto es un excelente vehículo para conservarlos. Ayudados por el Consorcio, el Centro de profesores y el Ayuntamiento hemos arrastrado a niños y jóvenes en esta tarea y ellos han conseguido que se impliquen sus familias, que se impliquen todas las comunidades educativas y, también, el resto de la ciudadanía, con la apertura de la escuela a la ciudad, donde los alumnos aprendiendo a conocer y a convivir educan asimismo a los ciudadanos. Estamos consiguiendo que el aprendizaje se base en el conocimiento cultural y también, en el de los valores, aumentando en los alumnos las habilidades sociales, la motivación, la autoestima, la sensibilización, la tolerancia,… Gracias al esfuerzo, el compromiso y la dedicación de todos hemos cambiado un poco la mentalidad del alumno. 

Hemos viajado por distintas épocas históricas y se han llevado a cabo actuaciones muy diversas, trabajos científicos, de investigación, literarios, artísticos, lingüísticos…, se han hecho batidas de limpieza y de concienciación ante las agresiones y vulnerabilidad de los monumentos desprotegidos. También hemos sido embajadores de los monumentos fuera de nuestra frontera y el patrimonio ha sido escenario de actividades deportivas, de cuentacuentos, de recitales, de conciertos, de dramatizaciones, etc. 

Estamos contentos porque, sí, somos muchos los padrinos que nos preocupamos por el patrimonio y lo seguiremos abrazando y mimando. Mérida, ciudad educadora, ha sido pionera en este proyecto y ya nos están mirando otros centros educativos extremeños que siguen nuestros pasos. 


Nosotros, como docentes, proseguiremos con nuestros deberes educadores, sembrando semillas para que ellos, -niños y jóvenes-, sean también sembradores del conocimiento, respeto y protección del patrimonio emeritense, y puedan recoger los frutos en otra primavera en que Ceres vuelva a florecer.

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