jueves, 3 de abril de 2014

HUELLAS, Adela de Tena

En un lugar donde todo es grandioso, donde por todas partes surgen restos importantes, donde se superponen épocas en cualquier espacio, cuando se sienten mil sensaciones diferentes al mismo tiempo, es fácil perderse detalles, no reparar en ellos. Y, luego un día alguien los señala de pasada y ¡¡espera!! ¿que es esto? Así las descubri yo.

Las pisadas de otros, en los mismo lugares, ¿jugando de forma desenfadada?, no han perdido un ápice de chispa con el paso del tiempo, con el paso de siglos, viajeros del tiempo que involuntariamente dejaron rastros de su paso. 

La pisadas romanas no son algo habitual, diria que es muy infrecuente. Aqui, en Mérida tenemos varios ejemplos. En uno de ellos incluso podemos ver el calzado que la provocó, la aparecida durante la intervención arqueológica dirigida por Miguel Alba en la unidad de actuación urbanística de Morerias, en la conocida como "Casa de los Marmoles".Otra esta en el Teatro Romano, en uno de los accesos hacia la escena. La tercera es aún mas inusual. Es la huella de un perro, hallada tambien en Morerias


Las dos pisadas humanas parecen correspoder a niños, quizá niños traviesos jugando donde no debían. En la huella del Teatro se aprecia solo el contorno. Por el material sobre el que aparece o por el tiempo que ha estado a la intemperie parece estar fosilizada. 

La huella de la Casa de los Marmoles todavía permite ver el claveteado del calzado usado habitualmente por los soldados romanos. Este tipo de calzado era conocido con el nombre de cáliga y se aseguraba en el propio pie y en el tobillo mediante unas correas. Su suela estaba guarnecida de clavos algo sobresalientes que aseguraban la estabilidad de quien las portab.a. En esta se aprecia que estaba bastante usada y los clavos del talón estaban muy desgastados. Las cáligas dieron el sobrenombre militar al emperador Calígula, diminutivo de cáligas, algo así como «Sandalitas», que teniendo en cuenta el carácter que se gastaba Cayo Julio César Augusto Germánico, seguro que provocó más de un disgusto entre su tropa.






Y, tambien ahí, en la Casa de los marmoles, la huella de la pisada de un perro. ¿Jugaba el niño con su perro?
 
ADELA DE TENA

2 comentarios:

  1. No esperaba menos de tí. Siempre me sorprendes por las "miradas" que le das a las cosas, por eso las cosas no son del color que las veo, si no de cómo me las cuentas. Sorprendete, cercano e intimista. Paqui.

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  2. Q bien te ha quedado eres muy observadora

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