viernes, 14 de febrero de 2014

Formación: MURALLAS, CALLES Y OTRAS INFRAESTRUCTURAS DE LA COLONIA ROMANA

La muralla era el primer elemento que se edificaba  en la colonia romana. En Augusta Emerita confluían diversas vías que la unían con otras ciudades peninsulares como Córdoba, Zaragoza, Astorga o Lisboa. La muralla de Augusta Emerita contaba con casi cuatro kilómetros de perímetro, discurriendo por los puntos más altos de los cerros situados entre el Guadiana y el Albarrebas. Tenía 2,80 metros de ancho y entre 6 y 8 metros de alto. A lo largo del muro se abrían puertas de diferentes tamaños: portillos de reducidas dimensiones que coincidían con las calles menores y puertas más grandes que estarían flanqueadas por dos torres y cuatro puertas monumentales en ambos extremos de las calles principales de la colonia (decumanus y kardo maximus). Tramos de la muralla romana se pueden visitar en los recintos del Teatro y Anfiteatro, Morería, Alcazaba y Casa del Anfiteatro (este último actualmente cerrado por obras).

Una vez construida la muralla se procedía a organizar el interior con el viario urbano, concebido como una red ortogonal que tomaba como ejes las dos vías principales antes citadas a partir de las cuales se continuaba dividiendo el terreno con vías paralelas a ambas (decumani y kardines). Las manzanas que se formaban entre las calles eran ocupadas por viviendas, excepto una mucha más amplia, la situada en la intersección de las dos vías principales, que se despejaba para ubicar el foro o plaza pública.



Las calles tenían una anchura similar en la mayoría de los casos, entre 5 y 6 metros, y estaban integrados por dos espacios públicos nítidamente diferenciados: los pórticos y las vías, para uso peatonal y para carros y caballerías respectivamente. Pronto se pavimentaron con piedras de gran colorido y dureza, especialmente dioritas, aunque posteriormente en etapa bajoimperial se volvieron a cubrir de tierra. Restos de calles romanas se pueden visitar en varios recintos arqueológicos de Mérida, especialmente en Morería, donde se conserva en magnífico estado varios cruces de calzadas.

Miguel Alba, impartiendo a los Eméritos la charla sobre "Murallas, calles y otras
 infraestructuras de la Colonia romana" en el Aula de Patrimonio del Consorcio.

Bajo cada una de las calles discurría una cloaca para evacuar las aguas residuales, la mayoría de las cuales desembocaban en el Guadiana. Estuvieron en uso hasta el siglo XIX y, algunas, hasta el XX. Podemos ver el desagüe de una de las cloacas en el dique romano, junto al puente del Guadiana.

DOCUMENTACIÓN:

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