miércoles, 25 de junio de 2014

LOS ARRABALES DE MÉRIDA 1859

Esta fotografía de Charles Clifford, tomada en 1859, figura en el catálogo publicado por la Junta de Extremadura sobre la exposición "La fotografía en Extremadura 1847 - 1951" realizada en el MEIAC, con textos de Matilde Muro Castillo, comisaria de la exposición.

Recoge esta autora unas notas del famoso fotógrafo, a quien dedicamos una entrada anteriormente, acerca de las tremendas dificultades y molestias que sufría en sus viajes por España para tomar fotografías y nos indica que esos comentarios parecían escritos "después de volver de un viaje por Extremadura, ya que el calor, las incomodidades, el uso de las mulas y los riesgos del viaje parecían los propios de la época en la región que fue visitada por el y de la que tomó fotografías de los lugares que consideró emblemáticos y pasaron a formar parte de los albumen s que la Reina Isabel II encargó al fotógrafo inglés residente en España. Este album, publicado en 1858 bajo el título de Viaje a las provincias de Toledo y Extremadura, contiene imágenes magníficas de la región, y es curioso observar cómo en esas fotografías siempre aparece en algún lugar el carro en el que se desplazaba el fotógrafo, bien como referencia para tener idea del tamaño de los monumentos fotografiados, o porque la dificultad del terreno impedía alejar el transporte del campo de visión de la máquina fotográfica, pero siempre aparece ahí el carro que tanto torturaba al fotógrafo en sus viajes por España".

Esperemos que alguien nos pueda dar pistas sobre el lugar exacto donde se tomó la foto e identificar a alguno de los personajes. En aquella época se conocía como el Arrabal a la zona situada fuera del casco urbano, entre la Puerta de la Villa y Santa Eulalia.


3 comentarios:

  1. La zona central de la Rambla de Santa Eulalia prácticamente
    desde las inmediaciones de la Puerta de la Villa hasta la división de esta gran avenida dividida
    en tres calles; una que mantiene el mismo nombre, llamada así en honor a la patrona
    de la ciudad, y comunica con la iglesia de Santa Eulalia, y las de San Juan y Santa Lucía
    que han conservado los nombres de dos ermitas antiguas que se ubicaban en los alrededores.
    La calle de Santa Lucía rodea, en parte, al Parque López de Ayala, formando una
    extensa área ajardinada en pleno centro de la ciudad.
    La ermita de San Juan fue la que dio nombre a toda la zona que era conocida en la
    edad media y en parte de la moderna, como Campo de San Juan.
    A finales del siglo XV, la llamada Puerta de la Villa marcaba la separación entre la
    ciudad amurallada y el campo. Extramuros, en sus inmediaciones, las únicas edificaciones,
    diferentes de la de tipo eclesiasticas, tenían carácter agrícola. Lejos quedaban
    los tiempos de la extensa ciudad romana o visigoda, o, incluso de los primeros
    siglos de la dominación musulmana, con un poblamiento que desbordaba el centro de la
    ciudad para extenderse por los alrededores con la profusión de quintas, casas de campo,
    iglesias, ermitas, ricos conventos y admirables construcciones civiles.
    Las murallas medievales, que conservaban vestigios de la época romana, limitaban
    el desarrollo de la urbe y, debido a las guerras y a las enfermedades que asolaban Extremadura,
    la Puerta de la Villa, y las otras puertas de la ciudad, se cerraban para evitar el
    tránsito descontrolado de personas, animales y mercancías, y por motivos defensivos.
    Al inicio del llamado siglo de oro español, la relativa mejora económica experimentada
    en Extremadura por la llegada de las primeras riquezas procedentes de América,
    animó el comercio y la vida de la villa que se atrevió a desbordar sus límites medievales.
    La actual Rambla de Santa Eulalia tiene su origen en la expansión de la ciudad por
    el Campo de San Juan donde se formó el Arrabal a partir de 1528, año del que datan,
    según Moreno de Vargas (Historia de la ciudad de Mérida, 1633), las primeras edificaciones,
    plantándose asimismo, según este autor, una alameda.

    En el padrón de 1829 se da el nombre de las calles que constituían la población y que eran: Plaza, Puente, Morería, Bodegas, S. Salvador, Santa Maria, Pilarejo, Cagalutas, Holguín, Alvarado, Obispo y Arco, Hospital, Concepción, Pósito, Losa, Tronchos, Cardenas, S. Francisco, Contreras, Porras, Zamarrona, Arrabal, Santa Olalla, Manos Alba, Berzocana, Becerros, Realejo, El Portillo, Santa Catalina, Mirabeles, Baños, Nueva, Peñato, Cuatro Esquinas, Bastimentos, Avalos, Rastro, Viñeros, Molinillo, Mateo Guillen, Alto Cimbrón, Piedad, Gavilanes y Brudo.

    El tendido de la red ferroviaria, que habría de unir Madrid con Badajoz, obra que comenzó en 1862, la construcción de las estaciones de la comarca, levantadas en 1863 y el paso del monstruo de humo y fuego, como lo consideraban en 1864, daría un impulso definitivo al resurgir de Mérida, ciudad que no mereció un juicio muy favorable de nuestro eximio Mariano José de Larra. La ampliación del casco urbano de la población y el aumento demográfico de la misma pronto se dejaron notar.

    Efectivamente desde comienzo del último tercio del siglo XIX fueron apareciendo las calles de Atarazanas, Constantino, Graciano, Vettones, Adriano, Augusto, Duque de Sala, Forner, Prudencio, Alfonso IX, Concordia, Travesía de Concordia, Muza, Pérez Hernandez, Vespasiano, Cardero, Marquesa de Pinares, Naumaquia, General Aranda y otras. En 1892 todas las calles se iluminaban con lámparas de petróleo.

    Ojalá encontremos pistas para determinar el lugar y las personas de esta foto, seria un lujo de investigación, yo no me rindo....

    Antonio Casado

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  2. En el blog se lee "entre la Puerta de la Villa y Santa Eulalia", no Santa Juliana ni Santa Julia. La Rambla actual, antes llamada el Arrabal, es cuesta abajo y aquí el suelo está prácticamente nivelado. Me parece que el monte que se ve al fondo debe de ser el de la Barriada de la Paz. No hay otro similar por el entorno. Deduzco de ello que tal vez estas casas sean las que aún están en la alcantarilla romana, hoy de dos plantas, y que todavía hoy dan al puente del ferrocarril (que, de ser correcta la fecha de la foto, aún no existiría, ya que la línea se construyó en 1864). Si difícil es dar con la ubicación de la calle, anda que dar con las personas fotografiadas...

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  3. Hay un error monumental, esa foto es de la población de El Carrascalejo. No de Mérida.
    La casa primera de la izquierda es mi casa actualmente.

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