miércoles, 5 de marzo de 2014

EL CIRCO ROMANO

Emilio Ambrona, museografo del Consorcio, ha impartido una charla y dirigido una visita al Circo Romano, el último de los lugares de espectáculos construido en Augusta Emerita.


Como explica Trinidad Nogales  Basarrate en su artículo "Circos romanos de hispania. Novedades y perspectivas arqueológicas", los investigadores datan su construcción en una amplia horquila arqueológica comprendida entre finales del siglo I a.C. y mediados del siglo I d.C. La zona más antiguas son las carceres, que conforman la tradicional estructura de "boxes" en forma  acajonada, cuyo acceso se realizaba desde la arena por arquerías de medio punto, y estaban separadas por pilares de granito en los que se encajarían las puertas de madera. El graderío se adapta a la topografía del terreno y presenta distinta construcción en sus lados meridionales y septentrionales. La estructura se asienta sobre cuatro muros: el del podio, unos intermedio, uno exterior y la fachada. Estos cuatro muros se dividen internamente en sectores o cunei, que a modo de cajones cortan radialmente la disposición longitudinal de los muros concentricos citados.

La fachada externa septentrional conserva la sillería original, de bloques bien trabaados, puertas falnqueadas por pilastras y, quizá, un aparato decorativo que cabe imaginar monumental. 


De su spina, como es usual, apenas quedan las cimentaciones, pero ello ha permitido a J.C. Golvin plantear hipótesis reconstructivas al respecto de los elementos originales que debían ornamentar este fundamental elemento.

La construccion del circo se ha fechado desde los decenios 20/30 d.C., época tiberiana, hasta los años 50/60 d.C., ha en fase claudio-neroniana, quizá con una intervención flavia y una gran reforma final de época constantiniana. Se trata de uno de los circos más tempranos de la península Ibérica, que en su inmensa mayoría se fechan hacia el siglo II d.C. Por una placa marmórea sabemos de su restauración en época de Constantino, entre 337 y 340, fechas en la la ciudad y su urbanismo estaba inmersa en un proceso de revitalización monumental.

Villena y Moziño, 1791-1794

 Fernando Rodríguez, 1795

 Alejandro de Laborde, 1816

Sobre los hipotéticos personajes del circo emeritense, conocemos a los aurigas vencedores del mosaico Paulus y Marcianus como protagonistas del espectáculo circense en la capital de Lusitania, así como el auriga Sabinianus, cuya lápida se fecha desde mediados del siglo IV al VI d. C. También alcanzó gran fama y fortuna en Roma el auriga Lusitano Gayo Apuleyo Diocles, que debió formarse en la arena circense emeritense.



 
Actualmente, el recinto del Circo cuenta alberga un edificio de dos plantas con terrazas que sirven de mirador, destinado a centro de interpretación con diferentes recursos museográficos que pretenden comunicar los valores del Circo de forma dinámica y atractiva, sirviendo de inicio al recorrido por el circo.



Fotos: Archivo MNAR (piezas arqueológicas) - Jesús Álvarez (visita guiada) - CCMM Programa Eméritos (Charla)
Láminas: Alicia Mª Canto - Museo Naval (Villerna); Silvia Arbaiza y Carmen Heras - R.A.B.A.S.F. (Rodríguez); Archivo IPHE - MCED (Laborde)

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