Toñi, me contó, con una sinceridad desgarrada, que, en un momento difícil de su vida afortunadamente superado, la pintura fue un acicate pleno de emociones positivas. Me acerqué al mundo de sus cuadros con más curiosidad que con la certeza de descubrir algo más allá de lo intrascendente.Observé que existía en el fondo de los mismos un sentimiento natural que invitaba a la contemplación y a la placidez.Naturalmente, desde su óptica personal, no buscaba ni la gloria ni el deleite, que siempre conduce a la autocomplacencia, sino que dejaba en libertad su sensibilidad e imaginación hasta encontrar en su obra el placer y la pasión, dentro de una sensación que la observancia detenida te convierte en su cómplice.Las pinceladas no se amontonan buscando una ardiente vitalidad ni una fuerza expresiva, sino que son el fruto de una profundización en la caricia del color en la que el trazo se convierte en compañero de la luz y la vida.La fuerza de su sencillez es tan imprevisible que espero con todo cariño que encuentre un camino en lo sucesivo que nos vuelva a sorprender como espectadores privilegiados.No puedo ocultar la emoción que me produjo el lirio, emergiendo de un mar de ensoñamiento, con unos pétalos en los que se adivinan el rocio de la mañana, titilando con la ternura de la fragilidad de su vida.Estos comentarios no tratan de ser en ninún caso muestras vanidosas ni petulantes de afecto, sólo de ser testigos de quien valora las emociones y degusta las euforias y nostalgias bajo el prisma de la sinceridad del alma, evidenciando una voluntad de juicio lleno de ideales.
Pedro Pablo Serrano
Toñi: no sabia esta faceta, me gustaron sobre todo la fuerza y el colorido del ultimo, se nota ell artista .que uno lleva dentro, yo sería incapaz.
ResponderEliminarFelicidades.
A,Casado